M. da Roura.
Cuando nos encontremos en la altura
Ocultarás tu
rostro entre mi barba,
Enlazaré mi
brazo en tu cintura
Y sentirás amor frente a tu cara.
Rodeados por
celajes de ternura,
Buscaremos remanso de la calma,
Hipotético el cuerno de la luna,
Habrá, sólo
entre dos, una mirada.
No sentir el dolor ni pena alguna
Ni cosa
que lastime, ni habrá nada
Que maltrate, que hiera y nos desuna.
Cambiantes las facetas de la Luna,
Bajo la noche
obscura y moteada
Florecerán
querencias, una a una.
(Manuel Silva Fernández)
Cuando nos encontremos en la altura
Ocultarás tu
rostro entre mi barba,
Enlazaré mi
brazo en tu cintura
Y sentirás amor frente a tu cara.
Rodeados por
celajes de ternura,
Buscaremos remanso de la calma,
Hipotético el cuerno de la luna,
Habrá, sólo
entre dos, una mirada.
No sentir el dolor ni pena alguna
Ni cosa
que lastime, ni habrá nada
Que maltrate, que hiera y nos desuna.
Cambiantes las facetas de la Luna,
Bajo la noche
obscura y moteada
Florecerán
querencias, una a una.